Qué ganas

Qué ganas de encontrarte en un vuelo por las estrellas, por las desiertas playas de los sueños. Sueños de vino y de mar. Qué ganas tremendas de amarrarte con mis brazos. De ver en tus ojos el rastro que se haga certeza para que mi corazón deje de temblar.

Volví al templo que tanto compartimos y entre sus sábanas-paredes me desmoroné conmovido por su energía aún presente. Qué ganas de escuchar susurros sonámbulos a mi lado. Qué ganas de que sean los labios de carne los que los dejen escapar.

Vuelo sobre tinta con cartas a la distancia. Esta vez los kilómetros que un día fueron la única barrera entre el tacto de las manos, entre los ojos que se miraban inquisidores; se convirtieron en una gota más del rio de la distancia sepulcral del corazón.

¿Dónde me quieres? Dentro o fuera, lejos o cerca, guerrero o artista. Qué ganas de ser el sueño de tus noches. Qué ganas de enseñar música y que me enseñes besos a cambio.

Cuántas noches le faltaron a nuestros días. Cuántos sueños, cuantas sonrisas en cuartos, enteras, medio sonrisas. Miradas, silencios. Qué ganas de que falte todo y que todo esté por hacerse. Qué ganas de volver a descansar en tu piel. Qué ganas...


ABR 08

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