Contraste de sol



La vibración formidable de percibirme nuevo a cada instante, la ignorancia de lo que vendrá y la torpeza de irme descubriendo, contrastan con la rancia sospecha de que los muchos hábitos, actividades y creencias con que parezco identificarme no son sino cuerpos en descomposición, capas del tejido de una dicha (o un dolor) ya extinguida.

Decidí ya hace tiempo (y sé que debo decidir a cada nuevo instante) la contemplación de lo nuevo. Allí vivo. Allí encuentro la vida.

Así que eso, me presento: mi nombre es Alexis.

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