Sueño breve

AGO 09


Diría que fue el sueño más corto de mi vida. Casi digo que he soñado con la impotencia, pero fue en realidad lo contrario. He soñado con poder. Con salir de lo imposible.
Desperté 13 minutos después de desplomarme sobre la cama y mi sueño continuó con una realidad parecida pero indefinida. Mi cuerpo perdía el control, y lentamente me iba de espaldas contra una pared como si un gran imán de ladrillos arrastrara mi columna metálica. Y allí quedaba por más esfuerzos que hiciese. Mis pies en el aire, mis omóplatos soldados a la pared y la puerta a mi lado, a punto de abrirse. Alguien estaba a punto de mover el picaporte; yo lo sabía y experimentaba un vértigo absolutamente real. Me desesperaba. De repente, como comprendiendo lo inconexo, supe que era en vano luchar contra tan brutal magnetismo.Llevé la fuerza de mis hombros hacia atrás en contra de lo que me apresaba, porque esa fuerza era a la vez la que me sacaba de mi real prisión: el sueño.

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