#40DiasFueraDeLaRed - DIA 4

Día 4: Hamaca energética

Todo tiende al equilibrio a través del movimiento. Es decir que, al menos en la visión de la física, a un alejamiento del punto de equilibrio corresponderá en algún momento una compensación en el sentido inverso. Esa reacción esperable llevará a un nuevo desequilibrio en busca de deshacerlo. He ahí el movimiento.
Quizá en el plano metafísico pueda suceder igual. A mi decisión de soltar amarras a mi habitualidad en las redes siguió una reacción tal vez esperable: Me enajené. Sentí como esa indiferencia conseguida a la pulsión social se colaba como por ósmosis a todo tipo de contacto virtual. Al cuarto día me descubrí inmune a casi todo mensaje.

Siempre he disfrutado mi distracción natural con respecto a las alertas. Suena un mensaje y lejos de correr atento a él, prosigo mi tarea o mi conversación en una especie de tácita prioridad al suceso vivido. Después voy al mensaje... O muchas veces lo olvido. No obstante, estos días de claros movimientos pro equilibrio son más parecidos a la apatía. Alguna charla me atrapa y la mayoría me pesan.

Un llamado de emergencia vino en el momento indicado a abrir mi visión. A echar luz a esta hamaca energética en que me instalé y que, recién ahora, puedo identificar. Una vez más el proceso de la consciencia desplegada se parece mucho a ver. A un ver desde distintos ángulos o desde todos ellos a la vez.



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