La locura nunca estaría de moda

Isopesable, difícil de medir, la locura tiene en la ciencia un papel muy parecido quizá al del alma. Se puede describir, pero es mejor no entrar mucho en detalle. El loco es ese ser que responde distinto en forma natural, ese que no se rige por los patrones de la acción y la reacción. Pudiendo a veces incluso no reaccionar, sobrerreaccionar o reaccionar según lo esperado. No hay algoritmos en sus comportamientos. En la antigüedad existían incluso sitios donde los locos eran encerrados so pretexto de ser "curados"... Un pasado que aún persiste. Eso para la ciencia.
Al comercio algo (lo que sea) le importa, siempre que funcione como canal a los ríos de ingreso de divisas. Si el amor vende, se oferta el amor. Si el alma, el bienestar, la comodidad venden, se oferta lo que haga falta, al punto de generar una moda. Valga de mínimo ejemplo la desesperada búsqueda de la esterilidad de superficies libre del 99,99% de los gérmenes. Desinfectada moda. La locura, se ha dicho, no tiene lógica. Hoy está y mañana se mueve de lugar. Evoluciona, salta. Quiere y no quiere (a veces a la vez). El fabricante de modas no podría ni siquiera considerarla como su materia prima.
Ciertos movimientos, a lo largo de la historia, reunieron a varios locos con ideas o pasiones comunes, a esas almas intempestivas e inesperadas y, como es de sospechar, se disolvieron cuando buscaron un método. La locura no puede sino con tremendas dificultades hacer escuela; quizá porque esa fuerza que mueve a las almas inesperadas es una de las más profundas formas del ser; quizá porque es sólo la expresión de la libertad más absoluta de cada uno de nosotros. Un camino individual, carente de disfraces, hacia la plenitud personal.
(Lo sé. Escribí en tercera persona para hacerme el que la veo de afuera a la locura, pero no fui verosímil en mi simulación)

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