Ser gentil con la inspiración

Se hace lo que se puede. Y por poco que sea, hacer todo lo absolutamente posible, acaba resultando mucho: Un gesto enorme. Poner al servicio de la urgencia todas las aptitudes y toda la atención. Ser gentil y hacer pasar a la inspiración cada vez que se presenta, por caprichosas o repetidas o ineficaces que resulten sus visitas, no es tarea nada fácil. Pues otro de esos caprichos es el de desvanecer todo rastro que no sea percibido en el momento: La inspiración no tiene memoria. Tratar de recordar una inspiración pasada y ponerla en acción es tan desagradable e incómodo como simularla.
Ser gentil y hacerla pasar. Tratarla con todo el mimo de que se es capaz. Se aprende (a la fuerza) el estoicismo para soportar fracasos, desencuentros y desilusiones. Pero aún así, ser gentil.
Es el hechizo que se rompe si no andamos de puntillas, el hilo de humo que puede cortarse y alterarse al menor cambio de nuestra posición. Es la inspiración un suave cristal sostenido en un pelo. Un pelo absolutamente resistente como para mantenerla frente a los ojos por largas horas hasta que toda su estructura haya sido comprendida, y a la vez tan fragil que un guiño puede quebrarlo. La inspiración se estrella y deshace en esquirlas invisibles de mínimas. Invisibles desaparecen.
Es necesario entonces ser gentil con la inspiración.


MAR 09

Comentarios

Unknown ha dicho que…
Sed gentil con la ansiada huésped, que esta temporada os visita!
Su cálida presencia os colmará de satisfacciones...
Una estadía mágica...
un fraternal abrazo para doña INSPIRACION.

DOÑA OLIVETTI
Eliana Prost Ruppel ha dicho que…
Ser gentil Alexis.....cuán cierto pese a que muchos hagan oídos sordos a ese mensaje.....y traten de vivir en este mundo tan mecánico, frío y distante... un abrazo alpachirense...

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