Tengo tanto de todo que estoy más liviano que nunca. Un año exacto  después de haber cruzado ese umbral tan buscado por tiempos siderales,  después de tanto andar, me hallo a mi mismo con tanto de todo que estoy  más liviano que nunca.   Lanzarse al abismo o lanzarse al infinito  son sinónimos y, a la vez, son propias visceversas. Yo me lancé a ambos y  sólo sé que hoy, más liviano que nunca, estoy en pleno vuelo.   Si  mi alma fuera divisible, haría con ella un souvenir. No abarca la  palabra gracias un significado tan inabarcable como el que quisiera dar a  entender. Corto de palabras entonces, accedo a decir a cada uno de  ustedes (de los que leen, los que escuchan o comparten la música, los  que apoyan desde su lugar): Gracias. A mis maestros, a mis ángeles y a  mis soles: Gracias.   La primera edición de mi primer grabación  viajera está sonando, o esperando ansiosa hacerlo, en distintas casas.  Eso es algo tan pero tan enorme que no puedo sino sentirme liviano. Tal  vez en ese fr...
 
Comentarios